El relato de las víctimas de la concesionaria céntrica de autos usados

Presidente Alberto Fernandez

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Momentos de gran tensión se vivieron este viernes por la tarde en un local comercial de calle San Luis al 3200, entre Junín y Santiago del Estero, donde funciona una concesionaria de autos usados. Allí, se agolparon una decena de personas para reclamar por distintas operaciones comerciales que nunca terminaron de concretarse. «Me estafó», era la frase que se repetía en la vereda. «Al que le vendieron su vehículo no tiene el dinero y al que compró uno tampoco se lo entregan», aseguró una mujer.

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En la puerta del negocio estaba Jairo, un docente de 24 años. «Hace cuatro meses entregué dinero para comprar un auto. No vi el primero que pagué, un VW Gol. El día que yo llegué había gente que lo estaba probando. Se ve que alguien que lo manejó tuvo la mala suerte de que se fundiera -ironizó-. Lo llevaron al mecánico. Entregué más de la mitad del valor del vehículo. A todo esto pasaron dos meses y el auto siempre estaba en el mecánico. Venía periódicamente a la concesionaria y el auto no estaba. Hasta que le pedí la plata. Me pateaba para el sábado… luego para el lunes y así. Entonces me calenté y le dije que me diera otro auto, que no me iba a ir si no me entregaba un vehículo. Finalmente me dieron otro auto, que salía más caro. No me lo entregaron en el momento, pero sí la semana siguiente. Lo tuve dos o tres semanas. Entonces me dijeron que había salido mal la revisión policial y que le faltaban algunos papeles. Lo llevé nuevamente al local. Después me dijeron que lo habían tenido que llevar al mecánico… y de ahí no lo vi más al auto. Ahora, hace dos semanas que vengo y no tengo respuestas… Sólo que lo llevaron al mecánico, pero ni siquiera me dicen dónde es el taller», contó el profesor.

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